miércoles, 29 de diciembre de 2010

El curador de heridas

DuPont Circle sería una de tantas paradas del modesto metropolitano de la ciudad de Washington, en EE UU, si no fuera por las palabras inscritas en la superficie el semi-círculo de granito que sirve de pared de la boca de entrada de la estación:

"Thus in silence in dreams’ projections,
Returning, resuming, I thread my way through the hospitals,
The hurt and wounded I pacify with soothing hand,
I sit by the restless all the dark night, some are so young,
Some suffer so much, I recall the experience sweet and sad..."

"Así pues en silencio, en proyecciones de sueños,
Regreso, sigo adelante, me abro paso en los hospitales,
Calmo con manos sosegantes a los enfermos y heridos,
Me siento toda la noche oscura al lado de los agitados, algunos son tan jóvenes,
Algunos sufren tanto, recuerdo las experiencias tiernas y tristes..."

Se trata de buena parte del último fragmento de "El curador de heridas" ("The Wound-Dresser"), un  poderoso poema en el que Walt Whitman recrea sus impresiones como enfermero durante la guerra civil estadounidense a finales del siglo XIX. Su fuerza evocadora es tal todavía en 2007 que estas líneas fueron las escogidas para ser grabadas a la vista de todos como homenaje a los cuidadores y voluntarios de las personas con VIH/SIDA de la ciudad.

Casi veinte años antes, en 1988, el texto completo del poema sirvió al minimalista John Adams para componer una breve pieza para barítono y orquesta. Adams explica que las potentes imágenes del texto le sirvieron de inspiración en un momento muy difícil de su vida, en el que su padre experimentaba el progreso del Alzheimer, y su entorno de amistades el deterioro causado por el VIH/SIDA.

Desde que el pasado 16 de noviembre de 2010 se nos fuera el activista español Carlos Alberto Biendicho, estos versos y esta música han vuelto a mí repetidamente, sin que pudiera dejar de imaginar cómo le hubiera indignado a él que en la inscripción pública de DuPont Circle se hubieran escamoteado precisamente los dos finales:

"(Many a soldier’s loving arms about this neck have cross’d and rested,
Many a soldier’s kiss dwells on these bearded lips)."

"(Muchos brazos amantes de soldado han rodeado este cuello y han descansado en él,
Muchos besos de soldado persisten en estos labios barbados)."
(Traducción propia)

Queden escritos aquí por ti, Carlos.

miércoles, 13 de octubre de 2010

El presbiterio y el jardín de la vida

"Los unos y los otros" es una insulsa película de Claude Lelouch de 1980 repleta de caras famosas del cine francés e internacional de la época. Poco apreciada por la crítica, que mayoritariamente la calificó de vacua y pretenciosa, e ignorada por el gran público, apenas ha resistido el paso del tiempo y seguramente hubiera caído completamente en el olvido si no fuera por sus fascinantes últimos 9 minutos de metraje, en los que un pletórico Jorge Donn baila una de las más famosas y conseguidas coreografías de Maurice Béjart, a partir de una versión abreviada de esa broma musical que es el "Bolero" de otro Maurice, Ravel. 

La versión del filme, además de añadir dos voces innecesarias a la orquesta, suponemos que por exigencias del guión, mezcla la evolución del espectáculo sobre el escenario con las inexpresivas reacciones de los protagonistas, que lo contemplan o bien desde el público o bien desde casa por televisión, lo cual no permite apreciar del todo lo mejor del conjunto: la danza. Por suerte, contamos con otras grabaciones de la coreografía de una cierta menor calidad técnica pero ideales para disfrutar plenamente de la belleza creada por Béjart y Donn.

El argentino Jorge Donn fallece en 1992 por complicaciones derivadas del SIDA, dejando tras de sí una carrera fulgurante y un buen puñado de amigos y admiradores. Varios de éstos le han dedicado homenajes, siendo el más conocido el de su mentor y amigo, Béjart, una vez más. El gran coreógrafo francés unió los sentimientos nacidos de la pérdida de Donn con los de la desaparición de Freddy Mercury para crear "Ballet por la vida", con música de Mozart y de Queen y vestidos de Versace.

Uno de los fragmentos más dolorosamente bellos ideados por Béjart es el inspirado en el segundo movimiento del Concierto para Piano y Orquesta número 21 del de Salzburgo: parejas de baile que parecen perderse y encontrarse de continuo mientras cuerpos que buscan volver a la vida sin conseguirlo son transportados en camilla por prosaicos enfermeros.

"Ballet por la vida", que todavía se sigue representando, lleva por subtítulo la enigmática frase "El presbiterio no ha perdido nada de su encanto ni el jardín de su esplendor". Famosa por haberse convertido en divisa del movimiento surrealista, aparece por primera vez, sin tener una clara relación con la trama, en la novela "El misterio del cuarto amarillo" del pionero del suspense Gaston Leroux. 

No resulta difícil fantasear con la pregunta de hasta qué punto Donn y Mercury se hubieran sentido plenamente identificados con el magnetismo evocador de estas palabras hechas imágenes.

viernes, 24 de septiembre de 2010

El bálsamo de Galaad


La referencia original proviene del profeta hebreo: "¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No quedan allí médicos? Entonces, ¿por qué no llega el remedio para la hija de mi pueblo?" De este lamento del viejo Jeremías (8:22) nace la letra de uno de los más famosos espirituales negros, "There is a Balm in Gilead":

"There is a balm in Gilead
To make the wounded whole
There is a balm in Gilead
To healh the sin-sick soul."

[fragmento]

"Existe un bálsamo en Galaad
que a los heridos restaura
Existe un bálsamo en Galaad
que el alma pecadora sana."

[traducción propia]

"The Balm in Gilead" es también el nombre de una iniciativa de grupos interreligiosos afroamericanos, luego extendidos a africanos, que desarrolla programas educativos para la prevención de enfermedades, muy destacadamente el VIH/SIDA. Entre quienes más ha colaborado con esta organización se encuentra la soprano Jessye Norman, que al igual que otras cantantes afroamericanas dio sus primeros pasos en el coro de su iglesia local. Sabemos que el compromiso de Norman con el VIH no se limita al ámbito de la fe cristiana (fue patrona de la Fundación Elton John para el SIDA) aunque desconocemos hasta qué punto comparte la asociación entre VIH, caída y redención que parece derivarse de esta elección nominal.

En todo caso, de la canción tradicional pueden escucharse infinidad de versiones en la red, pero ninguna como este entrañable youtube a partir de una vieja grabación televisiva del legendario (y denostado por los puristas del gospel) concierto de Jessye Norman con la también soprano Kathleen Battle, acompañadas por una orquesta y coros innominados, todos ellos dirigidos por James Levine (al que por cierto deseamos desde aquí pronta recuperación de sus problemas de salud).

Sobre si el SIDA es o no es un castigo de Dios a los pecadores (¿es la polio un castigo de Dios a los niños?) sirvan de reflexión estas otras palabras del tremebundo hijo de Hilcías (Jeremías 5:32):

"Los profetas profetizaron con mentiras,
y los sacerdotes lo dispusieron a su antojo.
Mas mi pueblo lo prefiere así:
¿Dónde iréis a parar?"

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Homenaje a una criatura del espacio exterior

"King Arthur" es una obra teatral musicada del británico Henry Purcell que no ha tenido tanta fortuna como la bien conocida "Dido & Aeneas" o que incluso la majestuosa, valga el adjetivo, "The Fairy Queen". Catalogada como semi-ópera, es un retablo de escenas no demasiado conexas entre sí en el que en realidad los personajes principales hablan más que cantan, y son sus trasuntos alegóricos los que se reservan las arias de lucimiento.

Una de esas arias es la primera del "Cold Genius", en el tercer acto: Cupido hace despertar al espíritu del invierno, el genio helado, al que gracias a sus palabras convence del poder del amor. Originalmente compuesta para voz de bajo, hoy es común que la interpreten contratenores en la estela de quien la popularizó, Klaus Nomi.

Personaje singular primero de la escena berlinesa y posteriormente de la neoyorquina, Nomi, cuyas cuerdas vocales alcanzaban un agudo de alto voltaje, vertió su mejor saber en esa "Cold Song", que en youtube cuenta con numerosas reproducciones, sea para disfrutar el audio o de una grabación de época.

Nomi falleció de complicaciones derivadas del SIDA en 1983, muy temprano en la historia de la pandemia. Antes, nos regaló actuaciones memorables como corista de David Bowie, o bien en solitario, interpretando sus imposibles canciones pop, nuevos arreglos de Purcell ("Dido's Lament") o una entre hilarante y conmovedora versión del "Mon coeur s'ouvre à ta voix" de "Samson et Dalila" de Saint-Saëns.

Su exuberancia artística era de tal que su influencia se ha expandido hasta nuestros días. En 2004, el director Andrew Horn montaría el documental "The Nomi Song", un tributo y para muchos un redescubrimiento. Desde entonces se han recreado espectáculos con sus canciones innovadoras y se han diseñado colecciones de moda inspiradas en sus rompedoras indumentarias. También en 2004, la enfant térrible de la música contempránea Olga Neuwirth compuso "Hommage à Klaus Nomi", un simpático pasticcio de los más variados estilos para orquesta de cámara y contratenor.

Aquí dejaremos que sean los versos de John Dryden, el libretista de "King Arthur", en boca del genio helado los que rindan nuestro particular homenaje a quien gustaba presentarse como una criatura del espacio exterior venida para salvar a la raza humana de su estulticia:

"What Power art thou, who from below,
Hast made me Rise, unwillingly, and slow,
From Beds of Everlasting Snow!
See'st thou not how stiff, and wondrous old,
Far unfit to bear the bitter Cold,
I can scarcely move, or draw my Breath;
Let me, let me, Freeze again to Death."

"¿Qué poder posees tú como para lograr
Que desde lo profundo me alce despacio y a mi pesar
De lechos de nieve que por siempre han de perdurar?
¿Acaso no ves que entumecido y viejo hasta maravillar
Mal pertrechado para el implacable frío soportar
Apenas puedo moverme o atino a respirar?
¡Déjame, hasta morir, de nuevo congelar!"

[traducción propia]

domingo, 29 de agosto de 2010

¿Quién es Sylvester Wager?


Su reciente página de MySpace ofrece un perfil escueto: intérprete de piano y órgano y compositor de música clásica y de jazz además de videocreador, es alto (187cm), reside en Nueva York, es gay y le fascina la red. Llamativamente, no menciona de modo explícito el VIH, pero él mismo recurre al término regularmente al etiquetar sus vídeos.

Sus montajes audiovisuales disponibles en línea se cuentan por decenas (calcula unos 100 según declara en una entrevista digital), y dispone de canal propio tanto en youtube como en vimeo. Con frecuencia son interpretaciones delicadas de movimientos lentos de obras clásicas, lecturas contenidamente románticas, que invitan a la introspección; o bien creaciones propias del mismo estilo, que reivindica como música contemporánea contra las modas vanguardistas: algunas de esas piezas están dedicadas a amigos fallecidos, como la serena "Absence".

Aparte de breves apuntes y recomendaciones sobre ser músico en Nueva York, y alguna autograbación que delata su inglés de acento germánico, poco más se puede obtener del ciberespacio para hacerse un idea sobre quién es Sylvester Wager. Seguramente, prefiere que las notas hablen por él.

sábado, 14 de agosto de 2010

Ángeles perdurables


Cuando se publicó y posteriormente se puso en escena, a principios de los 90 del siglo XX, la mastodóntica obra de teatro "Ángeles en América" fue celebrada como una de las respuestas culturales más políticamente contundentes contra la era Reagan y su reacción ante la pandemia del VIH/SIDA. Concebida en dos partes, sus siete horas de duración despliegan varios niveles argumentales poblados de personajes arquetípicos llevados por emociones extremas y fácilmente reconocibles a la vez. El drama personal de vivir con una enfermedad mortal por entonces intratable se contrapone a las intrigas políticas de los grupos neoconservadores, sin que falten visiones alucinatorias y apariciones de ángeles.

Tal vez por su excesiva dependencia de factores históricos en parte superados, por el dibujo demasiado estereotipado de los protagonistas o porque la percepción trágica de la enfermedad se perciba hoy día atenuada, al menos en los países occidentales (unido a lo costoso de un montaje para un texto en verdad largo, todo hay que decir), lo cierto es que la creación de Tony Kushner prácticamente ya no se representa, y corre el riesgo de convertirse en pieza de arqueología político-cultural.

Curiosamente, no es el caso de la adaptación en forma de ópera que en 2004 llevó a cabo el director y compositor hungaro Péter Eötvös, por encargo del Théâtre du Châtelet de Paris. Eötvös, con la aquiescencia del propio Kushner, destiló el argumento hasta dejarlo en apenas dos horas y media, consiguiendo pese a ello que lo esencial de la trama permaneciera: desde luego, una proeza.

En youtube se puede acceder a un par de cortes (aquí y aquí) que proceden del estreno de París, con una calidad de imagen y audio muy aceptable.

La ópera ha recibido buenas críticas no sólo por la sugestiva aunque difícil música, sino también por la fuerza dramática del hilo narrativo y por la buena construcción de los papeles principales. Prueba de su valía es que desde la première de hace 7 años se siguen sucidiendo las representaciones en los países de habla inglesa, la última en marzo de este mismo 2010, en el Barbican de Londres. Esperamos poder disfrutarla también algún día cerca.

sábado, 31 de julio de 2010

Jorge Bolet, la música sin fin


Charles Vidor, el genial director judío de origen húngaro exiliado en EE UU, responsable de películas imprescindibles cono "Gilda" o "Adiós a las armas", fallecería en 1959 en Viena, mientras rodaba un biopic sobre su compatriota, el prodigio del piano y compositor del siglo XIX Franz Liszt.

El filme se estrenó en 1960 bajo el título "Song without end", o "Canción sin fin". En España, sin embargo, se comercializaría como "Sueño de amor", una traducción literal de "Liebestraum", (a veces se cita en plural, "Liebesträume") la pieza para piano sin duda más popular del también pedagogo e incansable seductor. (La película sería completada por otro grande de las pantallas, George Cukor.)

En los fragmentos disponibles en youtube, un apuesto Dirk Bogarde intérpreta al fogoso compositor en largas escenas frente al teclado. Se cuenta que Bogarde sufrió horrores para aprender los gestos y ademanes necesarios, pero por lo que muestran las imágenes pareciera que valió la pena: su técnica es impecable y la expresión muy viva. La cosa sin embargo tiene un poco de truco: aunque es prácticamente imperceptible, las manos que tocan el instrumento no son de Bogarde (se utilizo un técnica de doble grabación para conseguir el efecto), sino de un verdadero pianista, Jorge Bolet, uno de los últimos de la gran escuela romántica.

Bolet nació en Cuba de padres de ascendencia catalana (ella era una Tremoleda), aunque siendo Jorge muy pequeño la familia emigró a EE UU. De carácter extremadamente reservado, sus biógrafos coinciden en que siempre se dejó dominar (y hasta maltratar) por personalidades más fuertes, como su hermana María (una misionera biblista que acabaría sus días en Barcelona) o su compañero sentimental y representante Tex Compton. Otra persona muy influyente en su vida sería su hermano Alberto, que durante un intervalo a mitad de los años 60 del siglo pasado ejerció de director de la Sinfónica de Bilbao. Jorge residió esporádicamente en el País Vasco en esa misma época, llegando a dar varios recitales con la orquesta que dirigía su hermano.

A pesar de la película, de haber ganado varios premios prestigiosos y de recibir elogios de otros grandes pianistas, Bolet no alcanzaría fama mundial hasta finales de los 70 (para entonces él ya superaba la sesentena), cuando su estilo arrebatadamente romántico vuelve a estar de moda tras dos décadas de purismo frío y fidelidad dogmática a la partitura. Entonces firma un contrato en exclusiva con Decca y ofrece recitales donde es aclamado por sus versiones preciosistas de Rachmaninov, Chaikovsky, Chopin o su admirado Liszt. También entonces tiene la oportunidad de intensificar otra de sus grandes pasiones: la enseñanza a jóvenes prometedores.

En pocos años, sin embargo, crítica y público empiezan a comentar que su estilo se relaja, que decae y pierde fuelle. Sus interpretaciones devienen, según las crónicas, menos vigorosas y más sombrías, lo que algunos achacan posteriormente, en retrospectiva, a la merma de fuerzas que le causaba la infección por VIH. Bolet fallece en octubre de 1990, un mes antes de cumplir los 76 años, por complicaciones asociadas tanto a su edad avanzada como al SIDA.

Nos legó su amor infinito por una música, la del gran piano romántico, que él como pocos contribuyó a rescatar de las críticas de adocenamiento empalagoso y virtuosismo alambicado y vacuo, para que pudiera quedarse eternamente entre nosotros. Hasta siempre, Jorge.

domingo, 18 de julio de 2010

El niño que habita en Lang Lang


Recurrir a los niños como opción filantrópica es desde luego legítimo, pero cuando eso sucede con tanta frecuencia en detrimento de otros grupos poblacionales como mínimo igual de necesitados, uno se pregunta si la identificación de los menores con la inocencia que subyace no alimenta incesante su imagen especular: la asociación de los adultos con la culpa, o en el mejor de los casos, la responsabilidad exclusiva sobre todo aquello que les acontece, y en concreto sus desgracias.

Que el afamado pianista chino Lang Lang creara una fundación, se hiciera embajador de buena voluntad de UNICEF y se fuera de viaje a Tanzania para conocer a pequeños con VIH parecía entonces parte de un guión previsible de quien parece encantado de ejercer de divo de los circuitos internacionales más glamurosos de la clásica.

Pero tal vez en su caso sí que haya una motivación personal: en un sorprendente ejercicio de sinceridad, el músico ha confesado en su libro autobiográfico "Lang Lang. Un viaje de miles de kilometros" que la obsesión de sus padres (especialmente, su progenitor, al que llega a calificar de auténtico tirano) por convertirlo en niño prodigio del piano le robó la infancia y sigue todavía hoy dificultando las relaciones familiares.

No en vano, el vídeo más visto de Lang en youtube no es la interpretación sublime de uno de los grandes románticos, el don que lo ha llevado a la cumbre, sino uno en el que se suelta la melena frente al teclado como si estuviera aprovechando una breve ausencia del temido profesor para sacar de dentro, con un gamberrismo contenido, toda la tensión del rudo método de aprendizaje.

Desde aquí encomiamos el compromiso de Lang con los niños, aunque si hemos de ser también sinceros, nos encantaría que también se sintiera públicamente cercano a sus compatriotas chinos con VIH, grandes y pequeños, que tampoco lo están pasando mucho mejor. Si es que puede y quiere, claro.

viernes, 9 de julio de 2010

El Réquiem de Guerra de Derek Jarman


Tras ser diagnosticado con VIH a finales de 1986, la primera película que dirigió Derek Jarman, casi dos años después, fue "War Requiem". Siguiendo su sello distintivo, se trata de una creación de formato audaz, sin diálogos, que sigue el hilo musical, narrativo y emocional del "War Requiem" de Benjamin Britten, una de las obras corales centrales del siglo XX, y tal vez la pieza más popular del compositor junto con la ópera "Peter Grimes".

Britten, pacifista convencido y objetor de conciencia en una época en la que serlo era considerado una arriesgada extravagancia, compuso esta pieza como respuesta a un encargo: tenía que tocarse en la re-inauguración de la Catedral de Coventry, en 1962, casi totalmente destruida durante la II Guerra Mundial y vuelta a construir de nuevo. Monumental en sus dimensiones, este réquiem de guerra es en realidad un sobrecogedor alegato anti-belicista para tres solistas, orquesta de cámara, coro mixto, coro de voces blancas y orquesta sinfónica, en el que se intercala el texto latino del ordinario de la misa de difuntos con poemas de Wilfred Owen, joven soldado fallecido cuando la otra Guerra Mundial, la I, estaba a punto de concluir.

No sabemos a ciencia cierta si Jarman ya tenía en proyecto su película antes del diagnóstico o la concibió a raíz de éste. Pero los sencillos y a un tiempo punzantes textos de Owen y los bellísimos sonidos de Britten que los realzan sirvieron al cineasta para armar su propio canto contra el horror de la destrucción y la necesidad de paz:

"What passing bells for these who die as cattle?
Only the monstrous anger of the guns.
Only the stuttering rifles' rapid rattle
Can patter out their hasty orisons
No mockeries for them from prayers or bells,
Nor any voice of mourning save the choirs, --
The shrill, demented choirs of wailing shells;
And bugles calling for them from sad shires."

[versos iniciales para la voz de tenor sobre un poema de Owen]

"¿Qué campanas fúnebres se tocan
Para quienes mueren como ganado?
Sólo la ira monstruosa de los cañones.
Sólo el rápido traqueteo de los rifles tartamudeantes
Puede chacharear su apresurada plegaria.
No hay para ellos remedos de oraciones o campanas,
Ni voces de lamento que salven los coros.
Esos coros estridentes y demenciales de proyectiles quejumbrosos;
Y clarines llamándoles desde terruños sombríos."

[traducción propia]

En el filme, Jarman mezcla imágenes documentales de las guerras mundiales junto con las de otros conflictos posteriores (Corea, Vietnam), a las que añade escenas de ficción sobre la vida Owen y su entorno, en las que actúan, entre otros, Laurence Olivier en la que sería su última aparición en pantalla y una impecable de Tilda Swinton, actriz fetiche del británico.

El hecho de que Britten fuera homosexual y de que existan sólidos indicios de que Owen también lo era (fue muy amigo, quizá amante, del poeta Siegfried Sassoon), sin duda estimuló a Jarman, activista radical: hombres que han avanzado por el margen y que desde esa posición han contemplado consternados, cuando no experimentado en su propia carne, todo el daño que la humanidad puede hacerse a sí misma.

martes, 29 de junio de 2010

El caso Andrew March


Andrew March es un joven compositor británico de música clásica que en 1998 adquirió cierta notoriedad al ganar el prestigioso "Masterprize" por su obra "Marine - à travers les arbres", obteniendo por ello el derecho a que fuera registrada por la Sinfónica de Londres dirigida por uno de los directores de moda, Daniel Harding.

Pero March es famoso en el Reino Unido por razones ajenas a sus dotes como compositor. Siendo parte de uno de los 1.200 hemofílicos que adquirieron el VIH y la hepatitis C por medio de transfusiones de factor VIII contaminado entre finales de los 70 y principios de los 80 del siglo pasado, ha estado a la cabeza de la demanda para que las compensaciones económicas en su día concedidas por el gobierno británico fueran revisadas al alza. El asunto está cargado de emocionalidad y resulta complejo, sin estar exento de llamadas a la consideración de los hemofílicos como´"víctimas inocentes" de prácticas comerciales dudosas (por pagar a usuarios de drogas y homosexuales por sus donaciones de sangre) y de negligencia política (por dejación de responsabilidades en el control de calidad de los productos hemoderivados): son los argumentos de la campaña "Tainted blood" a la que está vinculado nuestro músico de hoy. No en vano, su más reciente obra, una elegía en memoria de las personas con hemofilia ya fallecidas, lleva el significativo título de "Sanguis Venenatus".

Recientemente, el 16 de abril, March ganó una pequeña batalla judicial: un juez de la Corte Suprema en Londres reconoció que el sistema establecido para determinar las indemnizaciones fue incorrecto y debe revisarse, aunque el mismo magistrado rehusó determinar la cifra que en teoría debería pagarse a las personas afectadas.

La discusión sobre si existen víctimas inocentes y otras que no lo serían, o no tanto, es casi tan antigua como la pandemia del VIH, y aunque parecía adormecida, casos como éste nos recuerdan que sigue viva, al menos para una parte de la comunidad del VIH.

Sobre la música de March no es posible ofrecer mucha más información: no se encuentran ejemplos en youtube u otras páginas similares, y hay que conformarse con los breves fragmentos audibles en las tiendas online que venden algunas de sus creaciones. Desde aquí deseamos una larga vida, y de calidad, a Andrew y a todas las personas con VIH, cualquiera que haya sido la forma en que adquirieron la infección.

jueves, 17 de junio de 2010

De la rabia y el recuerdo


Otro compositor contemporáneo que se dedica a las bandas sonoras, quién sabe si por placer o por pecunio (o ambas cosas a la vez), es John Corigliano. El neoyorquino ganó un Oscar por la música de "El violín rojo", una fábula políglota sobre la transculturalidad en el tiempo y en el espacio con el instrumento nómada por excelencia como protagonista.

Eso fue en 1999, cuando Corigliano ya llevaba unos años alumbrando melodías subyugantes, a medio caballo entre lo reconocible y lo misterioso. Su primera sinfonía data de 1988, y es una especie de apólogo musical titulado "Of Rage and Remembrance": "De la rabia y el recuerdo". Como explica el propio creador, la obra fue un encargo de la Sinfónica de Chicago y está inspirada en la vida y la memoria de varios amigos, también músicos o relacionados con la industria musical, afectados por el VIH/SIDA: algunos ya fallecidos, otros diagnosticados justo durante el periodo de composición.

La obra cuenta, algo muy inusual para una sinfonía contemporánea, con dos excelentes grabaciones: la del debut, con la mencionada orquesta de Illinois dirigida por Daniel Baremboim, que se puede encontrar en la serie económica de Elatus, y otra, más madura, con la National Symphony bajo la batuta de Leonard Slatkin en el sello RCA.

No hay apenas, lamentablemente, muestras en internet, aparte de un breve fragmento en la página web oficial del compositor. Valga pues esta versión para instrumentos de viento de la "Tarantella" del segundo movimiento para hacerse una idea de su calibre.

domingo, 13 de junio de 2010

Scott Ross


El clavecín no es un instrumento fácil para el oído moderno. Arrumbado primero por el pianoforte y posterior y definitivamente por su sucesor el piano, su sonido puede resultar cansino y demasiado seco si uno no encuentra cómo adentrarse en él.

Para que la química con el clavecín funcione hace falta la guía de un verdadero maestro, y Scott Ross fue uno de ellos. Ejemplo de anti-divo hasta el extremo, Ross solía tocar en público con la misma ropa de estar por casa, la misma que empleaba para dedicar sus horas, más allá de la música, a sus múltiples pasiones: las orquídeas, los volcanes o los minerales. En sus manos, la música surgida del también conocido como clavicembalo resulta hipnótica.

Fue un gran recuperador de la tradición barroca de este instrumento, del que conocía todos sus secretos, y consiguió la proeza de grabar por primera vez la integral de las sonatas de Scarlatti (¡34 CD!). También nos dejó versiones frecas, diáfanas, sentidas, de Frecobaldi, Rameau, Bach o Soler, sin desdeñar autores más modernos: de todo ello hay abundantes muestras en internet.

Scott Ross falleció a los 38 años por complicaciones derivadas del SIDA el 13 de junio de 1989, hoy hace 21 años.

jueves, 10 de junio de 2010

Kaddish

Para los cinéfilos, Leonard Bernstein fue el genial compositor de West Side Story, un musical de Broadway que sería llevado a la pantalla con clamoroso éxito. Para los melómanos clásicos, es uno de los grandes directores de orquesta del siglo XX, que elevó a la Filarmónica de Nueva York a sus más altas cotas de prestigio. Para los docentes, un genuino pedagogo de la llamada música culta para las masas a través de sus populares programas de divulgación televisiva en EE UU.

Pero Bernstein, Lenny para los amigos, fue también un compositor de piezas contemporáneas heterogéneas tirando a ampulosas, en su momento no demasiado bien recibidas por la crítica y ahora en proceso de revisión y recuperación.

Hombre de carácter volcánico, tuvo amantes masculinos desde muy temprano, lo que no fue óbice para que acabara casado con la chilena Felicia Montealegre, con quien tuvo además tres hijos. Pese a sus múltiples amoríos con varones, sólo en una ocasión y por apenas un año abandonó a su esposa al caer rendidamente enamorado del joven Tom Cothran.

Montealegre moriría en 1978, algo que al parecer afectaría profundamente a Bernstein. El director y compositor afrontaría la última década de su vida (moriría en 1990) con un ritmo de vida muy intenso no exento de contradicciones.

Es esta la época, la de los 80, en la que muestra un activo compromiso a favor de las personas con VIH, que se acentúa después del fallecimiento de Cothran por complicaciones derivadas del SIDA: organiza conciertos benéficos y brinda apoyo a la fundación amfAR.

Que sepamos, Bernstein nunca compuso ninguna obra directamente inspirada por la crisis del VIH/SIDA. Sin embargo, su tercera sinfonía de 1963, titulada "Kaddish" y creada en memoria del asesinado presidente Kennedy, suele asociarse al sentimiento de pérdida y desolación provocado por la pandemia, y no sin razón.

Kaddish es el nombre de una oración ceremonial judía que se invoca especialmente en recuerdo de quienes han dejado este mundo y como fuente de consolación para los vivos:

"Descienda del Cielo una paz grande, vida, abundancia, salvación, consuelo, liberación, salud, redención, perdón, expiación, amplitud y libertad, para nosotros y para todo Su pueblo Israel, y decid: Amén."

[fragmento; versión castellana: wikipedia]

Además del Kaddish tradicional en arameo que canta el coro, la sinfonía de Bernstein utiliza un texto en inglés en radical contraste, una verdadera imprecación a un Dios ininteligible:

"Are You listening, Father? You know who I am:
Your image; that stubborn reflection of You
That Man has shattered, extinguished, banished.
And now he runs free—free to play
With his new-found fire, avid for death,
Voluptuous, complete and final death."

"¿Estás escuchando, Padre? Ya sabes quién soy:
Tu imagen; ese obcecado reflejo de ti mismo
que el hombre ha hecho pedazos, ha agotado, ha desvanecido.
Ahora este hombre se siente libre, libre de jugar
con el fuego que acaba de descubrir, ávido de muerte,
de la voluptuosa, completa y última muerte."

[fragmento; traducción propia]

Difícil reflejar con más énfasis los sentimientos de rabia, desespero e incomprensión con los que a menudo afrontamos la muerte de un ser querido.

[Esta entrada esta dedicada a la memoria del doctor Roy Arad, israelí, pacifista, gay, seropositivo y activista del VIH; una bellísima persona y un buen amigo que dejó este mundo el pasado fin de semana por decisión propia; también está dedicada, como a Roy le hubiera gustado, a la memoria de todas las personas que han pérdido la vida en la búsqueda de una paz justa y duradera entre palestinos e israelíes. Por ti, Roy, Kaddish.]

sábado, 5 de junio de 2010

Las cuerdas de Soweto


Tocar música en la calle tiene su propio verbo en inglés: "to busk". En 1992, la intérprete de viola Rosemary Nalden organizó un "busk" múltiple en 16 estaciones de tren británicas con la ayuda de 120 colegas: en dos horas obtuvieron donaciones por valor de 6.000 libras. El destino, un grupo de jóvenes estudiantes de instrumentos de cuerda en Soweto, Sudáfrica.

Desde entonces, Nalden ha seguido desarrollando esta iniciativa hasta conseguir la creación de una escuela permanente de música y una orquesta de calidad profesional conocida como el Buskaid Soweto String Ensemble. El conjunto ha tocado con maestros de la talla del chelista Steven Isserlis, la mezzosoprano Bernarda Fink o el director John Eliot Gardiner.

La escuela admite alumnos de entornos empobrecidos de Soweto y Johannesburgo a los que apoya en su asistencia a los estudios propios de su edad, que deben seguir durante el día antes de asistir a las clases de música. También les proporciona consejo en prevención del VIH y los que deriva a centros de pruebas y asesoramiento cuando es apropiado.

La orquesta ha realizado ya varias giras europeas, en las que combina la interpretación de música clásica occidental y canciones populares de la comunidad local de Soweto versionadas.

En el sitio de Plushmusic, por ejemplo, se puede ver y escuchar una actuación de danza a partir de una pieza de Rameau. En youtube, por su lado, se tiene acceso a un fragmento promocional del documental "Soweto Strings" de Mark Kidel, que narra la historia de este proyecto y su impacto en las vidas de quienes han participado en él. Buskaid cuenta además con su propio espacio en facebook, del que como es lo usual cualquiera puede hacerse fan. ¡Que no pare la música en Soweto!

domingo, 30 de mayo de 2010

Feliz cumpleaños, Pauline


Pauline Oliveros, una de las grandes de la música experimental desde la década de los 60 del siglo pasado, ha cumplido 88 años este 30 de mayo. Feminista y lesbiana, Oliveros se hizo un hueco en un mundo dominado por los hombres a base de tesón y con una apuesta por la música enraízada en la experiencia de lo real del sujeto contemporáneo. Con una concepción de los sonidos profundamente política y claramente educativa al mismo tiempo, su obra visionaria se extiende en incontables direcciones gracias a su espíritu aventurero y cómplice.

La longeva tejana ha conseguido elevar el acordeón a la categoría de instrumento místico, en el que desliza asombrosas texturas sonoras de las que han bebido desde las vacas sagradas del minimalismo (los Reich, Glass o Adams) hasta los reyes de las pistas de baile más conspicuos (los Garnier, Mills u Oakenfold).

En 1992 obtuvo uno de los máximos galardones que pueda recibir un artista estadounidense, el "National Endowment of the Arts", por su pieza "Epígrafes en los tiempos del SIDA", dedicada a su fallecido hermano Peter. Este trabajo forma parte del album "Suspended music", una colaboración con la creadora de zumbidos Ellen Fullman, conocida por sus instrumentos de larga cuerda.

Oliveros dirige además el Instituto de la Escucha Profunda, con el que impartirá este verano un taller en la Nau Côclea de Girona, lo que constituye todo un lujo.

¡Feliz cumpleaños, Pauline!

viernes, 28 de mayo de 2010

La ópera de Reynaldo Arenas


Dicen algunos de quienes le conocieron que la mitad de lo que contaba era mentira y la otra hipérbole, y sin embargo fiel espejo de su realidad. Pocos personajes tan apasionados y apasionantes como el cubano Reynaldo Arenas, escritor, poeta, agitador cultural y disidente sexual y político, que en 1990, ya en su exilio neoyorquino y muy enfermo de SIDA, pondría fin a su vida por voluntad propia.

Aunque para entonces relativamente popular entre amantes de la literatura, el gran público no supo de Arenas hasta la película "Antes que anochezca", adaptación de las memorias del mismo título, en la que el español Javier Bardem lo encarna con un perfil almibarado, bastante menos lenguaraz e incisivo que el que emana de sus exuberantes textos.

Arenas vuelve a la actualidad gracias al estreno mañana 29 de mayo de "Before the night falls", una ópera contemporánea de su compatriota Jorge Martín que recrea ese mismo libro. El Festival de Ópera de Forth Worth, Tejas, ha echado la casa por la ventana con esta producción, que ha venido precedida de un generoso aparato publicitario.

Apenas hemos podido acceder a unos breves fragmentos musicales de la obra, pero la web del Festival ofrece abundantes notas y vídeos sobre el proceso creativo, y existe una página dedicada en facebook en la que se pueden seguir paso a paso las actividades previas a la inauguración (todo ello en inglés).

Hacia finales de este 2010, el 7 de diciembre, se cumplirán 20 años de la desaparición de este autor verborreico y maldito que una vez fallecido...

"No quiso ceremonia, discurso, duelo o grito,
ni un túmulo de arena donde reposase el esqueleto
(ni después de muerto quiso vivir quieto).
Ordenó que sus cenizas fueran lanzadas al mar
donde habrán de fluir constantemente.
No ha perdido la costumbre de soñar:
espera que en sus aguas se zambulla algún adolescente."

[final de "Autoepitafio", Nueva York, 1989.]

domingo, 23 de mayo de 2010

Van Cliburn y el pianista con VIH

Harvey Lavan Cliburn Jr es el nombre completo del pianista estadounidense conocido como Van Cliburn. Van Cliburn es recordado por su -quién sabe si involutario- papel en la diplomacia cultural de la guerra fría entre EE UU y la extinta URSS, con dos momentos estelares de los que es fácil encontrar noticia en internet. En tiempos más recientes, su nombre se asocia a una competición pianística de cierto prestigio, promovida por la fundación que lleva su nombre.

Existe un tercer y desfortunado motivo por el que el intérprete residente en Forth Worth (Tejas) se ha encontrado, esta vez parece que sí contra su deseo, bajo los focos mediáticos: en 1996, su pareja, Thomas Zaremba, le exigió legalmente una pensión alimenticia tras la ruptura de 17 años de relación. Zaremba, al que la ley tejana parecía no dar cobertura en su petición, no tuvo otra ocurrencia para reforzar su caso que alegar que además Van Cliburn lo había expuesto al VIH. El caso fue desestimado en primera instancia y en apelación.

Pero el pianista que me interesa en esta historia no es en realidad Van Cliburn, sino Clark Griffith. Griffith es un pianista aficionado que en 2007 se convirtió en el primer participante abiertamente seropositivo de la sección amateur del concurso de piano Van Cliburn. Como explica su primo Perry Flippin, después de casi matarlo el VIH lo dejó profesionalmente discapacitado, pero con tiempo de sobra para practicar lo que más ama, tocar el piano.

Tenemos suerte, y no sólo podemos disfrutar muestras variadas de su talento en su propia página web, sino también del momento de gloria de Griffith en la competición de hace tres años. Cómo quedó clasificado es el más insignificante de los detalles.

jueves, 13 de mayo de 2010

Walt Whitman y el cancionero del tapiz memorial


También el conocido en español como tapiz memorial tiene su cancionero. Promovido en 1993 por el malogrado barítono William Parker, "The AIDS Quilt Songbook" recopila canciones de nuevo cuño encargadas a reconocidos compositores contemporános e inspiradas, al igual que el tapiz, en los efectos físicos y emocionales causados por el SIDA. Entre los primeros en responder a la llamada de Parker se contaron John Harbison, Lee Hoiby, William Bolcom, Chris deBlasio o nuestro admirado Fred Hersch. Con el grupo de obras inicial, compuestas para barítono y piano, se editó con fines benéficos un CD ya clásico que todavía puede adquirise por internet.

El impacto del proyecto ha perdurado y hasta finales de 2008, por lo menos, el número de canciones, que se ha ido incrementando por el impulso dado por diferentes capítulos de la red "The Names Project" en EE UU, superaba la sesentena. El origen y avatares del cancionero pueden leerse, junto con un análisis de obras seleccionadas, en la muy bien documentada tesis doctoral de John Clayton Seesholtz.

Las piezas no han gozado de un amplia popularidad, que digamos, ni siquiera entre el pequeño ejército de amantes de la música clásica contemporánea. Al menos una, sin embargo, ha conseguido que sea interpretada ocasionalmente en recitales.

Se trata de "Walt Whitman en 1989" de Chris deBlasio. Originalmente grabada por el barítono Sanford Sylvan (uno de los pocos cantantes de ópera -¡a estas alturas!- abiertamente gay) con David Breitman al piano, en youtube se encuentra una sentida aunque poco audible versión de James Parks, que apenas susurra los versos de deBlasio:

“Flow,” Walt says, “dear River,
I will carry this young man
to your bank. I’ll put him myself
on one of your strong, flat boats,
and we’ll sail together all the way
through evening.”

“Fluye”, dice Walt, “querido Río,
que yo portaré a este joven
hasta tu orilla. Y yo mismo lo dejaré
en una de tus fuertes barcazas,
y navegaremos juntos toda la ruta
en el atardecer.

[fragmento final; traducción propia]

Este fin de semana se celebra en Barcelona y en todo el mundo el 17º Memorial Internacional del SIDA.

lunes, 10 de mayo de 2010

Añorado Henri Ledroit


Buceando por internet, sorprende el persistente goteo de personas que recuerdan aquí y allá con afecto y admiración a Henri Lecroit, contratenor francés desaparecido a finales de los ochenta, al inicio de su cuarentena. También sorprende que en apariencia no se conozcan entre sí: de lo contrario se entendería poco la queja de que Ledroit ha caído en el olvido.

El hiperactivo crítico sevillano Pablo J. Vayón le dedicó en diciembre de 2008 una extensa nota en su blog "El martillo sin dueño", y cierto que poco más hay que se pueda añadir a lo allí escrito sobre el estilo y la calidad del francés. El sitio recoge además dos muestras sonoras del arte de Ledroit para paladear sin prisas. En youtube, por su parte, sólo he encontrado un muy breve fragmento vivaldiano que el usuario ha subido con un sobrio fundido en negro, sin imagen que distraiga la escucha.

Si gustan, casi todo lo que grabó en estudio, e incluso más (registros inéditos, actuaciones en directo) se puede adquirir a través de los sellos Solstice y Ricercar. También Sony ha incluido en su nueva serie económica de ópera el "Tamerlano" de Haendel con Ledroit en el papel protagonista, lo que es un verdadero placer (conviene advertir, empero, que cierta crítica ha vapuleado inmisericorde tanto el trabajo de algunos de los conprimarios como sobre todo la dirección del persistente Jean-Claude Malgoire).

En fin, si apatece adentrarse en las emociones contemporáneas, uno de los buenos amigos de Ledroit, Jacques Lenot, le compuso una "tombeau" de una belleza austera, como corresponde.

Vayón se lamenta en su recensión de hace año y medio de no haber dado con la fecha exacta del fallecimiento de Ledroit. Una rápida búsqueda cibernética, sin embargo, arroja ahora al menos dos fuentes que coinciden en señalar el 10 de mayo de 1988 en Nacy. Siendo así, hoy hace exactamente 22 años que nos dejó Henry Ledroit a causa de complicaciones derivadas de la infección por VIH/SIDA:

"O mort! O mort, affreuse mort, quelle est ta barbarie!
L'auteur des plus beaux airs vient de perdre la vie."

"¡Oh muerte! ¡Oh muerte, horrible muerte, cuál es tu barbarie!
El autor de las más bellas arias acaba de perder la vida."

jueves, 6 de mayo de 2010

Sinfónica de Kinshasa: la voluntad frente a la fortuna


La Orchesta Sinfónica Kimbanguista, con sede en Kinshasa, es la única existente en toda el África Central. Formada por unos 200 miembros, entre instrumentistas, cantantes y técnicos, es un pequeño milagro surgido de la periferia de la capital de la República Democrática del Congo (RDC).

La RDC fue salvajamente colonizada por el rey de los belgas Leopoldo II en el siglo XIX y desde su independencia a mitad del XX ha sido pasto de la violencia política de forma casi ininterrumpida. No obstante una cierta estabilidad muy reciente, los conflictos armados son todavía habituales en amplias zonas del este del país pese a la presencia de las fuerzas de Naciones Unidas. En Kinshasa, donde recalo un par de semanas por motivos laborales, el 80% de la población sobrevive con menos de un dólar diario, los niveles de malnutrición severa se sitúan en torno al 11% y la tasa de VIH es del 4%. La interacción entre infección por VIH, malnutrición y estigma y discriminación es especialmente dañina para las mujeres, que son abandonadas por sus maridos o sus familiares (al quedarse viuda) al conocerse su estado serológico.

En este paisaje desolador emerge la también conocida como Sinfónica de Kinshasa, cuya reveledora existencia está empezando a ser divulgada en Europa gracias primero a un cortometraje y ahora a una película documental presentada en varios festivales. Tanto el corto como el trailer del documental utilizan un ensayo y un concierto con el "Carmina Burana" de Carl Orff como elemento conductor de la narración.

Los versos del celebérrimo fragmento inicial, escritos en latín vulgar, tienen un aire ciertamente intimidante:

Suerte, inmensa
y vacía:
eres tú, rueda inestable
manteniéndote mala;
la salud es vana,
siempre se puede perder;
cubierta de sombras
y de velos,
también a mí me brillas;
ahora en el juego,
la espalda desnuda
llevo, por tu villanía.

[fragmento; traducción: Wikipedia]

Por el contrario, los testimonios de los participantes recogidos en las filmaciones ilustran, en lingala, francés e inglés, un impresionante esfuerzo colectivo por enfrentarse al designio de la fortuna. Todo un ejercicio de exorcismo.

viernes, 30 de abril de 2010

Otra noche en la ópera

Periódicamente, y este noviembre de 2010 en la Deustche Oper de Berlín será la número 17, la Deustche AIDS Sitftung o Fundación Alemana del SIDA organiza un gala benéfica de ópera. De cada edición, además, se edita un DVD o un CD que puede adquirirse rastreando por internet y en ocasiones se encuentra en tiendas.

En 2009 se sumó a la iniciativa la fascinante Simone Kermes con una interpretación del ária "Come nave in mezzo all'onde", de la ópera Viriate de Hasse, de las que quita el hipo. La letra es en cualquier caso una apelación a dejarse guiar por el amor en medio de la confusión:

Come nave in mezzo all’onde
Si confonde il tuo pensiero;
Non temer che il buon nocchiero
Il cammin t’insegnerà.
Basterà per tuo conforto
L’amor mio nella procella;
La tua guida, la tua stella,
Il tuo porto egli sarà.

Un pensamiento al que desde luego se le puede dar más un sentido.

martes, 27 de abril de 2010

Arteta solidaria


La soprano vasca Ainhoa Arteta es seguramente la cantante de ópera española más comprometida (al menos, visiblemente comprometida) con el VIH/SIDA. No en vano, su representante es Joseba Rekalde, activo miembro de la comunidad del VIH en el País Vasco, y especialmente de la asociación Harri Beltza de Oiartzun. También es embajadora de "Save The Children", organización destacada en la prevención de la transmisión maternoinfantil de la infección y en el apoyo a los llamados huérfanos del VIH.

Esta noche actúa en Barcelona con la Orquestra de Cadaqués, dirigida por el emergente Gianandrea Noseda. En el programa, canciones de Granados y Albéniz y la 2ª de Schumann.

Pero Arteta es sobre todo conocida internacionalmente por sus recreaciones de personajes de Puccini, por ejemplo la Musetta con la que triunfó en el Metropolitan de Nueva York hace tres años: simpatía, caracterización y buen canto, como testimonian las ovaciones.

viernes, 23 de abril de 2010

La pasión de vivir de Rafael Orozco


En 1970, el británico Ken Russell llevó a las pantallas la vida Piotr Ilich Chaikovsky, con Richard Chamberlain en el papel del torturado compositor romántico, quien acabaría sus días en un episodio confuso que algunos tildan de suicidio inducido.

La película "The Music Lovers" es conocida en España como "La pasión de vivir", y emplea las piezas más apasionadas del ruso para ilustrar, no sin cierto esteticismo, sus muy variadas peripecias vitales, incluidas las amorosas. El pianista elegido para interpretarlas en la banda sonora fue el cordobés Rafael Orozco: ésta es una buena muestra.

Para adentrarse en Orozco, nada como los grandes conciertos para teclado. Si os hicistéis con la colección de música clásica que distribuyó el diario "El País" en 2004, buscad el número 18, y disfrutad de su cristalina versión de "Noches en los jardines de España" de Manuel de Falla. Si la escucháis con auriculares, estad atentos al murmullo con el que Orozco acompaña, se diría que acaricia, varios pasajes.

Si no, aquí tenéis su pasión sin amaneramiento en el primer movimiento del 3º de Rachmaninov.

Rafael Orozco falleció a causa de complicaciones derivadas del SIDA en Roma el 25 de abril 1996, este domingo hará 14 años.

lunes, 19 de abril de 2010

Toda la rabia de Bob Ostertag


Activista, profesor, escritor, analista político, performer, compositor: la lista de sustantivos parece no tener fin para Bob Ostertag, una de las mentes más inquietas (e inquietantes) de la música actual. Como aperitivo, echad un vistazo a lo que es capaz de hacer junto el animador canadiense Pierre Hébert a partir de una bolsa de patatas fritas.

Su colaboración de 1993 con el no menos aventurero Kronos Quartet, "All the rage", toma como base su propia grabación de los altercados de una manifestación gay en San Francisco dos años antes, en protesta por la política discriminatoria del gobernador Pete Wilson: sobre esos gritos de rabia y el sonido de alerta de los silbatos, Bob edifica, con el concurso de la electrónica y la colaboración del Kronos, un discurso musical y político impactante. Los beneficios de las ventas fueron a parar a la Fundación Americana de Investigación del SIDA (amfAR).

En coherencia consigo mismo, todas las obras de Ostertag de las que él conserva ahora los derechos, incluido "All the rage", se pueden descargar gratuitamente de su página web.

miércoles, 14 de abril de 2010

Mahler, Nietzsche y los niños con VIH

A la hora de escoger el programa de un concierto benéfico en apoyo a los niños con VIH, Gustav Mahler parece un candidato ideal. Es un compositor popular (salvando las distancias) y su música está llena de referencias al mundo infantil. Está además el hecho cargado de simbolismo de que, cuatro años después de componer el premonitorio ciclo "Canciones a los niños muertos", perdiera a su hija María cuando ésta aún era muy pequeña, un acontecimiento que le marcaría profundamente.

Más arriesgado es sin embargo que entre la relativamente extensa obra de este judío errante se elija su Tercera Sinfonía, como sucedió hace poco más de un año con "Mahler for children with AIDS". Es ésta una iniciativa que llevó en enero de 2009 a un nutrido grupo de intérpretes al Carnegie Hall de Nueva York para recaudar fondos destinados al VIH pediátrico y a la prevención de la transmisión materno-infantil en países en desarrollo por medio de una ONG católica. (En youtube se puede acceder a un vídeo de Urdu TV en este idioma con imágenes ilustrativas y fragmentos de declaraciones en inglés).

La Tercera de Mahler es inusualmente larga y muy rica de ideas pero también compleja, y en según que manos puede resultar algo indigesta para el oyente. Incluye además en su 4º movimiento, para contralto solista, un ambivalente poema extraído del "Así habló Zaratrusta" de Nietzsche:

¡Oh, hombre! ¡Presta atención!
¿Qué dice la profunda noche?
¡Yo dormía!
¡Me desperté de un sueño profundo!
¡El mundo es profundo!
¡Y más profundo de lo que el día recuerda!

¡Oh, hombre! ¡Presta atención!
¡Profundo es tu sufrimiento!
¡La alegría es más profunda que la pena!
El sufrir habla: ¡desaparece!
Pero toda alegría busca la eternidad,
¡Una eternidad profunda, profunda eternidad!

[traducción: Wikipedia]

Como contraste, (se diría que casi como penitencia por el atrevimiento anterior) el 5º movimiento para contralto, coro infantil y coro femenino, inspirado en uno de los cantos populares alemanes de la colección "El cuerno mágico del muchacho", nos devuelve al carácter redentor de la pena que tanto gusta a la cosmogonía cristiana (y que tanto detestó Friedrich):

"¿Has roto los Diez Mandamientos?
Entonces arrodillate y reza a Dios;
Será amando al buen Dios toda tu vida
Que obtendrás la felicidad celestial."

[fragmento; traducción: Wikipedia]

Como se puede comprobar, filosofía y moral para todos los gustos.

lunes, 12 de abril de 2010

Ven, canta y contribuye

Esta tarde vuelvo a un concierto de la dinámica Orquestra Nacional Clàssica d'Andorra , que actúa el Palau de la Musica de Barcelona. En el programa, con coro y solistas locales, el Requiem de Mozart.

La obra, con todas sus connotaciones, ha sido interpretada repetidas veces para relacionarse con el VIH/SIDA. Pero una de las más refrescantes y originales se dio el pasado 6 de marzo en la Catedral de Santa María, en Glasgow, Escocia. A beneficio de Waverley Care, una organización escocesa que da apoyo a personas con VIH y/o con Hepatitis C, "Come & Sing Mozart's Requiem" era una invitación a contribuir tanto con donativos como sumando la propia voz a las numerosas partes corales de esta mítica misa de difuntos.

Parece que los organizadores casi mueren de éxito, ya que más de 200 personas se apuntaron al canto colectivo, por encima de lo esperado. Quien quiera hacerse una idea, puede ver los fragmentos en vídeo que han colgado en facebook: puede que no sea el Requiem más afinado, pero fácilmente uno de los más emocionantes para quienes participaron.

jueves, 8 de abril de 2010

La lista de Dalton

Joseph Dalton, antiguo productor de música clásica, es crítico musical del Times Union de Nueva York. Su blog “My big gay ears” es un fascinante recordatorio de la influencia que la comunidad gay y lésbica ha tenido y tiene sobre la vida cultural, y la específicamente musical, de la ciudad de los rascacielos.

Dalton es también uno de los implicados en la iniciativa “The Estate Project for Artists with AIDS” en su calidad de experto en música clásica. Creada por “Alliance for the Arts” en 1991, tiene como objetivo responder “al impacto sin precedentes del SIDA en la cultura estadounidense.” Lo hacen preservando piezas artísticas y creando archivos de obras visuales, películas, vídeos, bandas sonoras, danzas y manuscritos, y prestan una especial atención a artistas que han vivido o viven con VIH/SIDA en los EE UU.

La impresionante sección que lista las composiciones clásicas relacionadas con el VIH/SIDA bien vale la pena una visita: elegir intuitivamente algunos títulos y buscar fragmentos en internet puede resultar muy sugerente para cualquiera que quiera iniciarse en la música contemporánea estadounidense.

lunes, 5 de abril de 2010

Tabula Rasa en el último pabellón


La pista se encuentra en la monumental e imprescindible "El ruido eterno" de Alex Ross, y desde ahí se puede seguir su rastro hasta dar con todo el relato de su protagonista, Patrick Giles.

Giles, posteriormente crítico de música clásica de la revista "Salon", a mediados de los 80 trabajaba dando apoyo a los enfermos de SIDA en Nueva York. En una época en la que todavía el AZT era considerado un medicamento experimental, la tarea de Giles consistía en hacer gestiones y acompañar los últimos días de los pacientes. Pese a esos tiempos desolados, o quizá precisamente por ellos, descubrió el poder balsámico de una pieza excepcional de la música clásica contemporánea: "Tabula Rasa" del estonio Arvo Pärt.

En un artículo publicado en 1999, Giles relata cómo esta pieza para dos violines, piano preparado y orquesta de cámara compuesta en 1977 se convertiría en el "sonido de los ángeles" para sus clientes: en medio de la desolación, la incitación de Pärt a sentir y pensar el paso del tiempo, y por ende de la vida, proporcionaba sosiego y esperanza a los más afectados, que solicitaban que la música se reprodujera una y otra vez.

Existen varias grabaciones de "Tabula Rasa", pero la de referencia sigue siendo la primera, con Kremer y Grindenko en los violines y nada menos que Schnittke en el piano preparado. ECM la reedita constantemente, y ahora se puede adquirir a precio medio.

La opciones para apreciar fragmentos de la obra en youtube son varias (incluyendo una coreografía del argentino Miguel Robles que suscita opiniones encontradas), pero la de mejor calidad acústica es la de Järvi con la Sinfónica de Gotenburgo, Suecia.

miércoles, 31 de marzo de 2010

Otras Pasiones


El relato de los últimos días de Jesús de Nazaret es quizá el fragmento de los evangelios canónicos que más productos culturales ha generado. Por eso mismo resulta intrigante que la imaginería de la Pasión no se haya prestado a abundantes ejercicios de paralelismo con el impacto, sea colectivo, sea íntimo, causado por el VIH/SIDA.

Conmovería, por ejemplo, que alguien (un videoartista, una coreógrafa) se decidiera a emplear el aria “Erbarme dich” de la Pasión según Mateo (sin el “San”, reforma luterana obliga) de JS Bach para describir los sentimientos de dolor y desolación (por pérdidas personales, por rabia política) que hemos albergado. (Ello no excluye que otros, como el escritor argentino afincado en Venezuela Marcelo Colussi, hayan elegido parodiar esta misma idea en tono vitriólico; lo que de alguna manera da fe, nunca mejor dicho, de su fuerza.)

Pero la puesta al día tendría que venir por recurrir a piezas modernas. Mi favorita, “La Pasión según San Marcos” de Osvaldo Golijov: un judío argentino de familia inmigrada del este europeo poniendo música clásica, samba, salsa, mambo, tango o klezmer al texto cristiano para situarlo en las calles de la Latinoamérica de hoy se me antoja como una de las metáforas apropiadas para el VIH del siglo XXI. Os dejo con uno de sus momentos más evocadores: “Lua descolorida”.

lunes, 29 de marzo de 2010

Renée Fleming y Fred Hersch, con TAG


Treatment Action Group (TAG) es un grupo comunitario como pocos. Nacido en 1992 como escision del mítico ACT UP Nueva York, sus informes críticos y su defensa política a favor de la investigación en VIH, hepatitis C y tuberculosis a favor de las personas más necesitadas son una prueba de honestidad, independencia y brillantez.

Renée Fleming es la soprano del momento. La estadounidense tiene una voz cálida y de sonido muy natural, de amplio registro, francamente expresiva, que convierte en éxito todo lo que canta: acaba de ganar un Grammy por el apabullante "Verismo". Si alguien desea iniciarse en la adicción a la Fleming, recomiendo empezar por la "Canción a la luna", de la ópera "Rusalka" de Dvořák.

Fred Hersch es un estupendo pianista y compositor. Aunque de formación clásica, su terreno natural es el jazz, un submundo musical en la que ser abiertamente gay es una rareza, y decir en público que vives con VIH, más. Hersch fue diagnosticado en 1986, y desde entonces ha estado intensamente comprometido en el activismo musical del SIDA. Pero amaríamos igual a Hersch aunque sólo fuera por como es capaz de versionar la "Sonatine" de Ravel.

Qué hilos movieron los colegas de TAG para conseguirlo, me gustaría saberlo. El caso es que el 11 de enero pasado, Fleming y Hersch dieron un concierto en su beneficio en un local del Soho de Nueva York: éstas son las fotos que lo testimonian.

¡Un bravo para los tres!

Iestyn Davies y Julius Drake esta noche, contra el SIDA

El contratenor Iestyn Davies y el pianista Julius Drake ofrecen un concierto esta noche en Nueva York organizado por y en beneficio de "Classical Action: Performing Arts Againts AIDS".

"Classical Action" es ya, perdonad la redundancia, un clásico del Nueva York filantrópico. Implica a figuras de primera fila (la lista es impresionante) del mundo de la interpretación y de la ópera estaodunidense. Como bien explica Charles Hamlen, el Director y Fundador, el proyecto nace a principios de los 90 al tratar de responder a una sencilla pregunta: ¿Por qué la comunidad de intérpretes clásicos no estaba más implicada en la lucha contra el SIDA? Tras 16 años y más de 8 millones de dólares recaudados, no deja de sorprender el dinamismo de este proyecto.

Davies está delicioso como Micah en "Samson" de Haendel.

Para vivir profundamente y mil veces

(Reelaboración de una nota original del 17/12/2009

En la película “Las horas”, el personaje que interpreta Meryl Streep, Clarissa Vaughn, está organizando una fiesta en homenaje a su amigo Richard Brown (impresionante, Ed Harris), poeta de prestigio que acaba de recibir un premio. Clarissa está preocupada por la salud de Richard, hace ya tiempo enfermo de SIDA, y está ansiosa porque la celebración logre animarle. En su apartamento, durante los preparativos, suena bastante alto una música embriagadora.

Se trata de la pieza Beim Schlafengehen, de Richard Strauss, una de las 4 Últimas Canciones del compositor alemán. El texto es del escritor Hermann Hesse, y es deliciosamente bello

Beim Schlafengehen

Nun der Tag mich müd gemacht,
soll mein sehnliches Verlangen
freundlich die gestirnte Nacht
wie ein müdes Kind empfangen.

Hände, lasst von allem Tun,
Stirn, vergiss du alles Denken;
alle meine Sinne nun
wollen sich in Schlummer senken.

Und die Seele, unbewacht,
will in freien Flügen schweben,
um im Zauberkreis der Nacht
tief und tausendfach zu leben. Al ir a dormir

Ahora que el día me ha fatigado,
es mi sentido anhelo
recibir amablemente, como un niño cansado,
a la noche estrellada.
Manos: detened toda tarea.
Frente: olvida todo pensamiento.
Ahora todos mis sentidos
desean abandonarse en el sueño.
Y mi alma, ya sin guardián,
quiere volar, liberadas sus alas,
en el círculo mágico de la noche,
para vivir profundamente y mil veces.

La versión que se oye en el film es la de Jessye Norman, con la orquesta de la Gewandhaus de Leipzig dirigida por Kurt Masur. Podéis escucharla (y estremeceros) en youtube.com .

El poema y su música emergen como una premonición de la decisión de Richard de decir adiós definitivamente a Clarissa y a este mundo. Pero para mí, como creo que para los dos poetas (el del texto y el de la película), es sobre todo un canto al ciclo eterno de la vida, con sus despedidas y renacimientos.

Os envío este mensaje con mis mejores deseos para 2010